El Papa Benedicto XVI ha advertido de que "el saber científico no basta" y ha afimado que es "paradójico" que, a pesar de tantos logros, el hombre no haya crecido en humanidad y se sienta desorientado en cuestiones fundamentales de la existencia".
Durante la Audicencia General, el Pontífice ha subrayado que es necesario el "amor, sentido, esperanza" como "un fundamento que ayude en la dificultad". Así, en su segunda catequesis en el Año de la Fe, ha buscado contestar a la pregunta de ¿Qué es la fe y qué sentido tiene en un mundo de ciencia y técnica?.
En este sentido, el Papa ha remarcado que "la fe es eso, encomendarse a Aquel que da una certeza distinta, pero igualmente sólida: Dios". "No es, por tanto, el mero aceptar una serie de verdades, sino adherirse a quien me da esperanza y confianza", ha añadido.
Asimismo, ha indicado que "lógicamente, al revelarse, Dios ha llenado de contenido la fe, pues mostrándose en Cristo, ha manifestado su amor en la Cruz" y ha añadido que la fe es "creer en ese amor inmune a la malicia, que es capaz de redimir toda esclavitud y dar la salvación".
Benedicto XVI también ha resaltado que el "confiar en este amor conlleva también saber que es un don" recibido y que "no merma la libertad ni la inteligencia, sino que las exalta".
Al dirigirse a los peregrinos de lengua española, ha enviado un "afectuoso saludo" a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos y se ha detenido en particular a "los queridos hijos de Panamá", a quienes encomienda "a la amorosa protección de Santa María La Antigua, para que sean valientes misioneros del Evangelio de su Hijo, de palabra y con el propio ejemplo de vida".
Al finalizar, ha invitado a todos a "pedir que el Espíritu Santo mueva los corazones y los dirija a Dios, para que -ha añadido- juntos podamos con alegría proclamar nuestra fe".