Un total de 372 personas, 109 menos que el año anterior, han fallecido por ahogamiento en espacios acuáticos españoles durante 2018, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
El informe atribuye esta reducción de un 22 por ciento al retraso en el comienzo del uso de las playas por el mal tiempo que se prolongó durante los primeros meses del año, incluidas las vacaciones de Semana Santa.
Estas 372 muertes coloca a 2018 como el año con el menor número de muertes desde que en 2015 la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo comenzó a realizar este informe ante la ausencia de una estadística oficial.
De acuerdo con las cifras, 2017 fue el año con más fallecidos (481), seguido de 2016 con 437 y de 2015 con 415, mientras que el pasado año fue el único que bajó de los cuatrocientos muertos.
En Canarias se registraron durante el año pasado 55 muertes por ahogamiento, el 14,8 por ciento del total, lo que ha situado a este territorio por delante de Andalucía, donde se han dado 52 fallecimientos (14 por ciento), Galicia (49, 13,2%), Islas Baleares (42, 11,3%), Cataluña (41, 11%), Comunidad Valenciana (37, 9,9%), Castilla y León y País Vasco (14 y 3,8%, en cada caso), Región de Murcia (12, 3,2%) y Asturias (11, 3%).
Con nueve fallecidos y el 2,4 por ciento acabaron el año Cantabria y Aragón; con ocho y el 2,2 por ciento Castilla-La Mancha y Comunidad de Madrid; con cuatro y el 1,1 por ciento Navarra, con dos y el 0,5 por ciento Ceuta, Extremadura y La Rioja, y con uno y el 0,3 por ciento Melilla.
Agosto fue el mes con más muertes por este motivo, con 65, que unidas a las 60 de julio y las 52 de septiembre concentra en la época estival el 47,6 por ciento de las producidas en el total del año, aunque es el 56,7 por ciento si se suman las 34 que se dieron en junio. Por el contrario, el mes con menos fallecidos fue febrero, con siete.
En el conjunto de 2018, el perfil de la persona muerta por ahogamiento en un espacio acuático español fue el de un hombre (77%), de nacionalidad española (75%), de más de 45 años (65,9%, aunque el 40,1% es mayor de 65), que muere en una playa (44%), o en cualquier caso en un lugar que carece de vigilancia (83%), entre las 10.00 y las 18.00 horas (60,3%).