El director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, ha declarado a Efe que ya se han acreditado media docena de centros para participar en este programa, que en EEUU tiene gran éxito, ya que se han hecho cadenas en las que han participados hasta 21 parejas de donantes-receptores que se han operado de forma simultánea en diversos hospitales del país.
El trasplante cruzado es un trasplante renal de donante vivo entre parejas que no se conocen, en el que el miembro sano de la pareja, que es incompatible con el enfermo renal, dona su riñón para formar parte de una cadena que implica a numerosas parejas que, de esta forma, consiguen, entre ellas, un órgano compatible.
La intervención del samaritano, que hace de “comodín” en las cadenas, se produce cuando alguna de las parejas de donantes-receptores que participa se queda “desabastecida” del órgano porque entre el resto no hay nadie compatible con ella.
El director de la ONT, que ha participado en Barcelona en una jornada sobre trasplante renal cruzado, ha explicado que en España “uno de los problemas que dificultan estas cadenas es que para encontrar parejas cruzadas con posibilidades de donante-receptor se necesitan, al menos estadísticamente, cien parejas”.
Para Matesanz, en EEUU, con una población de 300 millones, se pueden combinar muchas posibilidades, pero con los 47 millones de españoles es mucho más difícil, “por lo que se estudia llegar a acuerdos con Italia y Portugal, que tienen el mismo protocolo de donación cruzada que el español, lo que sumarían 110-120 millones de personas, aunque lo ideal sería un espacio común europeo con más de 500 millones”.
Otra ventaja que tiene EEUU es que disponen de un programa informático muy potente que cruza los datos de las parejas donante-receptor, y que la ONT está dispuesta a estudiar y a adaptar a la realidad española tras ponerlo las autoridades sanitarias estadounidenses a disposición de la Organización Nacional de Trasplantes.
Tras recordar que España ha vivido de espaldas a la donación de órganos de vivo porque la de cadáver ha funcionado muy bien y la tasa de donantes es de las más altas del mundo, ha remarcado que la actual falta de órganos ha obligado a potenciar esta nueva forma de trasplantes.