El estado de conservación de la pintura es incluso mejor que el de la Mona Lisa, y estaba siendo restaurada con motivo de la exposición que el Louvre abrirá entre el 29 de marzo y el 25 de junio sobre la Santa Ana de Leonardo. Durante muchos años, se le consideró una réplica de la Mona Lisa hecha por un alumno suyo después de la muerte del artista florentino.
El tamaño de original y réplica es prácticamente el mismo: 77 X 53 centímetros para el primero, y 76 X 57 para la segunda. El discípulo de Leonardo habría ejecutado la réplica a medida que el maestro toscano iba pintando el original.
En estos momentos, el equipo de restauración de la pinacoteca madrileña continúa adelante con su trabajo, retirando las sucesivas capas de barniz que durante más de 500 años han ido tapando el rostro de la joven del cuadro. Los responsables del Museo del Prado revelarán este miércoles más detalles de este descubrimiento.