El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, ha vuelto este sábado a criticar al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, por el "extremismo" que, a su juicio, desprende la reflexión que publicó este jueves en su carta semanal acerca de la ideología de género --a la que el prelado culpa de "destrozar la familia"--, porque, en su opinión, en el contexto actual "no se pueden dejar pasar barbaridades, groserías o chistes de mal gusto sobre la igualdad".
De esta manera, y de nuevo a través de una entrada publicada en su blog personal bajo el título 'Terror machista', consultada por Europa Press, Vázquez ha insistido en mostrar su rechazo hacia esas consideraciones como ya hiciera, valiéndose de la misma plataforma, este viernes, cuando pidió un "bozal" para el obispo cordobés.
"Cuando no se reivindica y se pelea por la igualdad real entre hombres y mujeres, el machismo campa a sus anchas", opina en dicho artículo el portavoz del Ejecutivo autonómico, que equipara al machismo con "explotación, abusos, discriminación, menosprecio, humillación y violencia".
En esa línea, alude a dos "casos de terror machista" actuales --el de la violación y muerte de una joven india en un autobús público y el del intento de asesinato, por parte de talibanes, de la niña paquistaní Malala-- como "ejemplos escandalosos de la imposición de una cultura misógina que denigra a más del 50 por ciento de la población".
En ese contexto de "barbarie" del que, según Vázquez, también hay exponentes en "el entorno cercano", le resultan "dolorosas e indignantes" las palabras del obispo, que, en su opinión, "tiran por tierra la ideología de género y las conquistas en igualdad ganadas por las mujeres con sangre, sudor y lágrimas".
Además, el portavoz del Gobierno de José Antonio Griñán aprovecha esta última entrada publicada en su blog para atacar a las religiones monoteístas, porque, según asevera, "relegan a las mujeres a un lugar secundario, gregario y las sitúan en la más insultante irrelevancia", así como "colaboran activamente a la supremacía masculina y siegan cualquier atisbo de equilibrio entre sexos".
"En esta atmósfera no se pueden dejar pasar barbaridades, groserías o chistes de mal gusto sobre la igualdad", concluye Vázquez su artículo.
