El representante diplomático en Bruselas del Frente Polisario, Mohamed Alí Zeruali, ha afirmado que la Unión Europea (UE) "ha de ser parte de la solución, y no del conflicto en Sáhara Occidental", en respuesta a la firma entre el organismo regional y Marruecos de un acuerdo de pesca que incluye las aguas territoriales saharauis.
En su comunicado, Zeruali ha indicado que el acuerdo "anima a Marruecos a continuar su ocupación y su intransigencia", al tiempo que ha recordado a la UE sus responsabilidades con el pueblo saharaui, según ha informado la agencia oficial saharaui de noticias, SPS.
En este sentido, ha solicitado al organismo regional que ponga fin al apoyo al "saqueo" marroquí de los recursos naturales de Sáhara Occidental y le ha urgido a contribuir "de forma seria y efectiva" a una solución justa al conflicto en base al respeto al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.
El martes, el Frente Polisario criticó el acuerdo y anunció que explorará todas las vías posible para la revocación del mismo, al tiempo que subrayó que tanto la formación como la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) "se reservan el derecho a reclamar compensaciones para el pueblo saharaui, que fue desposeído de sus riquezas".
Así, el ministro delegado saharaui para Europa, Mohamed Sidati, recordó que, en base a los dictámenes emitidos sobre la situación, Marruecos "no ejerce ninguna soberanía ni administración sobre el territorio, siendo considerada como una potencia ocupante".
"En tanto que potencia ocupante, Marruecos, por tanto, no tiene derecho alguno a firmar acuerdos con terceros relativos a los recursos del Sáhara Occidental sobre los cuales, únicamente, el pueblo saharaui tiene soberanía permanente", puntualizó. "A fortiori, pensamos, por consiguiente, que es inaceptable que la Unión Europea firmase un acuerdo de pesca con Marruecos que incluye las aguas territoriales saharauis", remachó.
EL ACUERDO
El nuevo acuerdo salva con el voto de este martes (310 voces a favor, 204 en contra y 49 abstenciones) el último escollo para su entrada en vigor, aunque los Veintiocho y el Parlamento marroquí tienen que dar formalmente luz verde para que los barcos europeos puedan retomar su actividad en la región, tras dos años apartados de la zona por la oposición de la Eurocámara al convenio anterior.
La antigua colonia española había reclamado que sus aguas fueran excluidas del acuerdo porque no reconoce el derecho de Rabat a gestionar sus recursos, pero Bruselas y los 28 dan por bueno que se mantengan, a cambio de una cláusula que prevé la suspensión del convenio si se vulneran derechos fundamentales.
La Unión Europea también exigirá a Marruecos pruebas periódicas de que la población saharaui se beneficia de la ayuda y del empleo que proporciona el nuevo acuerdo. Los ministros de Pesca de la UE tienen previsto validarlo en su próxima reunión de los días 16 y 17 de diciembre en Bruselas.
Los buques europeos obtienen con el acuerdo 126 licencias, de las que un centenar serán para españoles, sobre todo andaluces y canarios, y beneficiará a cerca de 1.500 tripulantes, de los que 500 serían marroquíes.
Además supone un incremento del 33 por ciento de las posibilidades de pesca para la flota comunitaria --once Estados miembros pescan en la zona-- con respecto al régimen anterior, a cambio de una contrapartida financiera de 40 millones anuales durante los próximos cuatro años.
En realidad, la aportación de las arcas comunitarias se reduce de 36,1 millones del acuerdo anterior a 30 millones en el nuevo, porque los diez millones restantes acordados ahora los asumirán los armadores.