La confianza empresarial desciende en Andalucía un 1,7 por ciento en el primer trimestre de 2016 con respecto al último de 2015, de acuerdo al Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística.
El balance de situación registrado en este trimestre (diferencia entre las opiniones favorables y desfavorables) empeora al pasar de -1,1 a -3,1. El balance de expectativas también empeora al pasar de -0,1 a -4,8 puntos en el trimestre actual.
A partir de los datos recogidos se observa que el 19,1 por ciento de los establecimientos en Andalucía opinan que la marcha de su negocio en el cuarto trimestre de 2015 ha sido favorable mientras el 22,2 por ciento la valora como desfavorable, obteniendo un balance de situación de -3,1 puntos. Este balance de situación del cuarto trimestre de 2015 (-3,1 puntos) empeora las expectativas declaradas para el mismo periodo (-0,1 puntos) en la encuesta de Indicadores de Confianza Empresarial del trimestre anterior.
En cuanto a las expectativas, el 18,2 por ciento de los establecimientos en Andalucía son optimistas sobre la marcha de su negocio en el primer trimestre de 2016, mientras que el 23,0 por ciento son pesimistas, resultando un balance de expectativas de -4,8 puntos.
Por sectores de actividad, la confianza de los gestores de los establecimientos ha disminuido en todos los sectores registrando los índices de confianza para cada uno de ellos valores inferiores a los del trimestre anterior excepto en industria.
El sector industrial es el que refleja el mayor aumento de la confianza empresarial en el primer trimestre de 2016. El Índice de confianza empresarial armonizado en este sector alcanzó los 129,5 puntos, lo que supone una tasa de variación respecto al cuarto trimestre de 2015 del 2,7 por ciento.
Los balances de situación por sectores de actividad son desfavorables, en general, excepto en industria. La expectativa registra un empeoramiento con respecto a la situación en todos los sectores excepto en industria y comercio.
El sector que presenta mejor balance de situación es industria (16,2) en contraste con construcción que es el más negativo (-21,3). En cuanto al balance de expectativas es industria el sector que presenta el mejor balance de expectativas (16,8) y construcción el más negativo (-22,1).
Por otra parte, por tramos de empleo se observa una disminución de la confianza de los gestores de establecimientos, pues las tasas de variación de los índices de confianza empresarial son negativas con respecto al trimestre anterior, excepto en de 200 a 999 y de 1.000 y más.
Los tramos de empleo que presentan balances de situación y expectativas favorables son de 50 a 199 (13,2 y 10,2 puntos respectivamente), de 200 a 999 (16,7 y 19,2 puntos respectivamente) y de 1000 y más (14,3 y 23,8 puntos respectivamente). La expectativa más favorable se da en el tramo de 1000 y más (23,8).
Los establecimientos de 0 a 9 empleados registran los balances de situación y expectativas más negativos (-16,0 y -17,9 puntos, respectivamente).
En cuanto a las expectativas las mejores se corresponden con los establecimientos de Almería, 4,4 puntos, mientras que las peores se presentan en Jaén, -15,5 puntos.
Los balances de expectativas del empleo y del nivel de precios son negativos. El nivel de precios presenta una mejora en la valoración de la expectativa del trimestre entrante (-4,8) en comparación con la valoración de la situación (-11,3) del cuarto trimestre de 2015.
Respecto a las decisiones de inversión el 74 por ciento de los establecimientos prevé mantener el nivel de inversión del año anterior.
Los principales factores que limitan la actividad de los establecimientos en Andalucía son la debilidad de la demanda, el aumento de la competencia y las dificultades financieras. La debilidad de la demanda es, con diferencia, el factor más señalado (según el 56,5 por ciento de los establecimientos), seguida por el aumento de la competencia (según el 40,1% de los establecimientos).
En relación con las exportaciones el 18,8 por ciento de los establecimientos exportaron en el trimestre anterior y el 19,3 por ciento prevén hacerlo en el trimestre entrante. El saldo entre los que dicen que aumentaron las exportaciones (20,5 por ciento) y los que manifestaron que disminuyeron (12,0 por ciento) es 8,5 para el trimestre anterior y de 11,2 para el trimestre entrante, dados los establecimientos que dicen que aumentará, 21,0 por ciento, y los que opinan que disminuirá, 9,8 por ciento.
La utilización de la capacidad productiva en el sector industrial en el cuarto trimestre de 2015 ha sido de más de un 55 por ciento en el 77,8 por ciento de los establecimientos. El 78,5 por ciento de los establecimientos tienen expectativa de que se supere ese porcentaje en el primer trimestre de 2016.
PROVINCIAS
Por provincias, éstas registran una tasa de variación negativa en el Índice de Confianza Empresarial con respecto al cuarto trimestre de 2015 salvo Huelva y Almería.
Almería, Sevilla y Granada tienen mejores expectativas en comparación con la valoración de la situación del cuarto trimestre de 2015. El mejor balance de situación se presenta en los establecimientos de Cádiz (6,5 puntos), mientras que son los de Granada los que, con un balance de situación de -16,0 puntos, perciben peor su situación actual.
DATOS POR COMUNIDADES
Por comunidades, la confianza empresarial progresó en el primer trimestre en seis de ellas y bajó en once. Los mayores repuntes se los anotaron Castilla-La Mancha y Murcia, con avances del 1,7 por ciento y del 1,2 por ciento, respectivamente, mientras que los mayores recortes se dieron en Baleares (-5,4 por ciento) y Navarra (-4,7 por ciento).
Mientras que, a nivel nacional el Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), cuya publicación corresponde al Instituto Nacional de Estadística (INE), cayó un 1,3 por ciento en el primer trimestre de este año respecto al trimestre anterior. Con este descenso de la confianza en el primer trimestre, este indicador rompe la racha de casi tres años (11 trimestres) consecutivos en terreno positivo.
Los datos del INE correspondientes al primer trimestre apuntan a un empeoramiento de las expectativas, ya que los empresarios pesimistas sobre cómo marchará su negocio han superado a los optimistas.
