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Jerez

Cante y baile de flamenco puro en la noche del Castillo

El joven David Morales levantó levantó dos veces al respetable a golpe de tacón

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  • David Morales, que continúa su gira con el Indiano, ofreció una gran actuación. -
  • Cuatro horas y media de actuaciones en la primera noche flamenca del Castillo
No hay nada mejor que un fuerte de piedra de ocho siglos para refugiarse del Levante. Así ocurrió en el interior de la placita Divino Salvador en Castellar Viejo la noche del viernes 14 , donde el Levante se paraba y se sentaba para presenciar los cantes y bailes del flamenco más puro, sin azúcares añadidos.

Ésa es la norma de la casa, y así cumplen con disciplina todos los artistas que pasan por el estrecho escenario de Castellar Viejo. El sanroqueño Agustín Delgado cumplió por decimoséptima vez con la tarea de conducir .


Sabor Jerez, cuadro flamenco de componentes variados, trajo a Castellar la simpatía de Andrés El Pescaílla, y las voces de la todavía muy joven Nagoré, Tamara Taño, Premio Nacional de Bulerías y El Peluca. Bulerías, tangos y fiesta final que no consiguió calentar al público como se estaba esperando.

Pero nada más sentarse Nano de Jerez en segundo lugar, la sorpresa fue doble. El veterano de Jerez sustituía de imprevisto a última hora a la joven onubense Rocío Márquez que justificaba su ausencia del cartel por enfermedad. Así arrancó por bulerías jerezanas y la noche se tornó cálida. Con su maestría en el control absoluto de los palos flamencos, despertó instantáneamente el ánimo entre el público. 

El palo en el que este jerezano destaca, no podía ser de otra manera dado su lugar de nacimiento, es la bulería, aunque son también memorables sus interpretaciones por soleá o siguiriya. Nano se encuentra en el grupo de jóvenes veteranos que, curtidos en cien batallas, saben lo suyo del oficio, del esfuerzo, de la sistemática entrega profesional.

El descanso dio paso a un David Morales, que, por su actuación demostró que, allí, en Castellar Viejo, se sentía muy a gusto. Dos veces levantó al respetable a golpe de tacón. Desnudas las formas, tablones y zapateo, no había nada más. Mientras continúa su gira con el Indiano, supo expresar en Castellar por qué a su arte no le afecta la crisis.

Para finalizar entrada a capela y a pleno pulmón de una cordobesa de 23 años que cantaba con la hondura de siglos de tradición flamenco. La bella India Martínez, que acaba de sacar un disco de canción, Despertar, hizo flamenco con sensibilidad, dulzura y respeto y un sorprendente conocimiento de las formas.

Ofreció un homenaje con mayúsculas a la provincia de Cádiz con letras dedicadas y palos propios acompañados de tangos y tarantas.

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