—Desde muy pequeña, porque pertenezco a una familia muy taurina, donde mi padre fue novillero. Somos seis hermanos y cinco nos dedicamos al mundo del toro. A los nueve años entré en la escuela taurina de Málaga. Y ahí fueron mis primeros pasos toreando mis primeras becerras como un alumno más de la escuela.
—He entrevistado a pintoras, escritoras, cantaoras, amas de casas…, siendo la primera vez que entrevisto a una matadora de toros, ¿Cómo desea que la llame, matadora o matador de toros?
—Nunca he tenido predilección o preferencias que me llamen de una forma o de la otra, pero por el hecho de ser mujer me considero matadora de toros.
—Supongo que no lo ha tenido fácil al ser mujer.
—Evidentemente, el espejo a seguir han sido las mujeres importantes en el mundo del toro que han habido, abriendo el camino a las que hemos venido detrás. Intento mejorar y superarlas por el sistema y nueva generación que hay.
—El mundo del toro es muy machista y está anclado en las cavernas de siglos pasados, ¿qué opina al respecto?
—Es verdad, el mundo del toro es muy apasionado, clásico y no le gusta romper. Hay que reconocer que el mundo del toro es muy machista, porque han sido muchísimos años, muchísimas generaciones siendo dominado por el hombre. Y hoy por hoy ver en el mundo del toro a una mujer cuesta mucho trabajo aceptarlo. Pero se ha avanzado tomándose la alternativa aquí en España, sin tener que salir fuera,. Sin embargo, nos cuesta todavía que el hombre nos mire de tú a tú en una plaza de toros.
—Si vetan a los toreros, a usted supongo que mucho más.
—Gracias a Dios me he encontrado con muchos compañeros que me han aceptado muy bien, tratándome como uno más, que es lo que nosotras queremos y, que te admiren por lo que haces y no por el hecho de ser mujer.
—¿Se han cumplido sus sueños desde sus comienzos en la escuela?
—Se han cumplido muchísimos, porque mis sueños al principio eran tomar la alternativa y ya llevo 12 años desde que la tomé. Soy la primera mujer en tomar la alternativa en España. Fue una corrida goyesca en Cáceres un 29 de septiembre de manos de Cristina Sánchez y como testigo Antonio Ferrera, con toros de José Luis Marcan siendo televisada por Canal Plus y corté una oreja. También confirmé en Madrid con David Luguillano y Curro Díaz con una corrida de Javier Pérez Tabernero.
—A partir de tomar la alternativa, ¿qué?
—A partir de ahí me convertí en el escalafón como un matador de toros más, sufriendo los percances, disfrutando de los éxitos y todo lo que conlleva ser matador de toros, queriendo abrirte camino en esta difícil profesión. Por eso cada vez que avanzas en tu carrera te impones metas más importantes.
—Hace unos días la vi torear un pedazo de toro en la finca de los hermanos Gavira a puerta cerrada y percibí que tiene usted los alamares muy bien puestos.
—Era una preparación, porque no se torea todo lo que uno quiere. Pero cuando se tiene un compromiso fuerte hay que hacer esas cosas. Ya que el día 21 en la feria de Málaga en la nocturna haré el paseíllo con Antonio Barrera y Joselito Ortega con toros de Jaralta.
—Usted tiene mucho cartel en América.
—Me gustaría tener más aquí en España, pero las circunstancias obligan y tengo la fortuna de estar toreando muchos años consecutivos en todas las principales ferias de Venezuela, Colombia, México…
—En lo de Gavira ocurrió un hecho significativo, porque antes que usted toreara, el joven alumno de la escuela de Algeciras, Christian Valencia, toreó un utrero. ¿Sabe a qué me refiero?
—Sí. A José lo conozco desde que era un crío, y además hace un par de años, como bien sabes, su padre Bernardo Valencia y yo como testigo le dimos la alternativa a su hermano Sánchez Valencia. Christian pertenece a una dinastía muy grande y se le ve con muchas ganas y ambición de ser torero.
—¿Muy preparada y mentalizada para el compromiso de Málaga?
—¡Hombre!, lo que no haya conseguido en estos años no lo voy a aprender en una semana entrenando. Lo importante es que la corrida sirva y que tú estés mentalizada de que puedes hacer las cosas bien. Estoy muy tranquila, porque si la corrida sirve, tengo la capacidad para triunfar. Pero si la corrida no ayuda estaré lo más digna posible, para que el público y el aficionado no se sientan engañados por mi parte.
—Es una verdadera pena no ya sólo en el mundo del toro, sino en el mundo de la poesía, pintura y otras artes, que hayan tantas cornadas de despachos.
—En cualquier profesión está la cosa muy difícil. Pero es verdad que en el mundo del toro te llevas más cornadas fuertes en los despachos que ante un toro. Soy de las que piensan que si me pega una corná un toro es porque me estoy jugando la vida y la acepto. Pero las cornadas que te pegan fuera de la plaza son las que más te cuestan asimilar.
—¿Qué sensaciones percibe ante un toro bravo, en ese romance ante la vida y la muerte de valentía y artístico que mantiene con él en el rudo?
—Son sensaciones muy difíciles de explicar. Sobre todo te sientes fuerte y poderosa al poderle dar a cada toro la lidia que necesita. En esos momentos no te cambias por nadie porque te sientes feliz. Y por mucho que te hagan fuera de la plaza ya ha merecido la pena tanta lucha y sacrificios.
—¿Cómo afronta las horas previas de las corridas de toros?
—Lo llevo muy bien. Tengo facilidad para dormir. Lo peor es cuando llego a los patios de cuadrillas y se te acerca la gente en unos momentos en que aflora ya la responsabilidad. Pero cuando comienza el paseíllo ya me relajo y pa lante.
—¿Cuáles son esos toreros a los que admira por su técnica y arte?
—Respeto a todos los que se vistan de toreros, pero me fijo más en la técnica de los maestros Espartaco y actualmente en la de Ponce. Pero siempre me llamaron más la atención los toreros de pellizco, como Paula, Romero y Manzanares.
—¿Qué piensa de la crisis económica y de la corriente antitaurina?
—La crisis económica actual es lo más antitaurino que tenemos, al haberse perdido la celebración de muchos festejos menores y corridas. Pero hay que decir que los profesionales tenemos un poco de culpa, sobre todo los que manejan todo el lío y tienen la fuerza suficiente para mover la cosa y no lo hacen.
—¿Algo más para los lectores de EL FARO y el grupo INFORMACIÓN?
—Muchas gracias, José, por acordarte de mí. Y a EL FARO por darme un poco más a conocer en esta entrevista que me has hecho.