En la proposición no de ley para su debate en Pleno, el PP apuesta por un modelo educativo “flexible, de calidad en la educación secundaria básica y postobligatoria para avanzar hacia los objetivos de Lisboa y mejorar los conocimientos y las competencias de nuestros estudiantes”, explica la iniciativa parlamentaria.
En este sentido, pide una educación secundaria obligatoria más flexible con un último curso diseñado para que los alumnos accedan a las distintas modalidades de bachillerato, y con una duración de tres años, similar a los países de nuestro entorno, que sirva como preparación para estudios superiores.
En otra propuesta dirigida a la Comisión de Educación, los populares reclaman la igualdad de oportunidades entre alumnos de bachillerato y de formación profesional superior para acceder a la universidad en los procedimientos de concurrencia competitiva, es decir, en los que el número de solicitudes es superior al de plazas.
Indica que el nuevo decreto que regula las condiciones de acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de grado y los procedimientos de admisión a las universidades públicas, aprobado el 7 de mayo, favorece a los titulares de formación profesional de grado superior.