La necrópolis, nueva joya del yacimiento de Fuente-Álamo

El yacimiento arqueológico de Fuente-Álamo sigue deparando sorpresas. La última de ellas ha salido a la luz durante los primeros movimientos de tierra encaminados a la construcción del futuro Centro de Interpretación para Visitantes, que han puesto de manifiesto la existencia de una necrópolis en la que ya se han localizado en torno a 150 tumbas datadas en dos etapas distintas, una primera tardoantigua o tardorromana, que se correspondería con los siglos IV a VII, y otra de época medieval islámica, correspondiente a los siglos IX y X.
Según explicó el arqueólogo David Jaén, “las fechas ahora mismo las barajamos por la orientación y la cubierta de las tumbas. Las de época tardoantigua no tienen una orientación predefinida, pero el tipo de cubierta está hecho a base de tégula, una teja romana, y unas lajas de piedra que varían en función del tamaño del individuo enterrado, siendo la posición del difunto decúbito supino. Por su parte, en época medieval islámica, el tipo de cubierta es de teja doble, todas las tumbas están orientadas hacia el suroeste en dirección a La Meca, y la posición en la que se encontraba el individuo era decúbito lateral-derecho”. “No obstante -añadió el arqueólogo- pese a que aún no hemos terminado de excavar la zona del centro, hemos realizado una pequeña prospección por los alrededores de las fincas colindantes y creemos que puede haber algunas más debajo, es decir, estaríamos hablando de unas 300 ó 400 tumbas en la zona, un número que sería muy interesante de conocer para determinar cuál sería la población de la villa romana y posteriormente durante la época musulmana”.
Por lo pronto, la importancia del hallazgo es más que contrastada, ya que como indicó David Jaén “por ahora en la provincia de Córdoba han aparecido varias necrópolis pero más pequeñitas. En la capital si suelen aparecer con frecuencia, pero hasta ahora en el medio rural no era tan frecuente, y si aparecen lo son siempre asociadas a las villas romanas. Por ejemplo, en la villa romana de Cabra no tenemos noticia de que se haya encontrado ninguna necrópolis, cosa distinta ocurre en Almedinilla, donde si tenemos constancia de que se encontraron en torno a 80 ó 90 enterramientos, pero está claro que esta necrópolis supera con creces a las demás, y por tanto, puede decirse que tiene más rasgos en común con las que han aparecido en la zona de Sevilla”.
La superficie de la necrópolis, enclavada en una ladera que dista unos cien metros de la ubicación de la villa romana, es de unos 800 metros cuadrados. La idea es, según las estimaciones del equipo de arqueólogos que trabaja en la zona, continuar obteniendo la máxima información posible a través de las cubiertas y los restos óseos que se puedan encontrar. Una vez sean sacados esos huesos, se harán estudios antropológicos para determinar edades y sexos y se guardarán para un futuro estudio de la población, construyéndose sobre la zona el Centro de Interpretación de Visitantes, aunque tal y como apuntó el concejal de Cultura, Alberto Gómez, “no descartamos que si la necrópolis ocupara más extensión que la necesaria para construir estas instalaciones -como parece que así será-, se pueda dejar visible una parte (aunque en el interior del edificio se exponga una muestra fotográfica y documental con los restos encontrados).